top of page
MUSEO NACIONAL BELLAS ARTES CUBA
LA HABANA, CUBA
XV BIENAL DE LA HABANA - HORIZONTES COMPARTIDOS
"LA TRADICION SE ROMPE PERO CUESTA"

Curado por Jorge Fernández Torres y José Manuel Noceda

Noviembre 15, 2024  - Febrero 28, 2025

 
Screen Shot 2024-12-26 at 6.46.50 AM.png
IMG_0182.jpeg
IMG_0186.jpeg
IMG_0193.jpeg
IMG_0072.jpeg
IMG_0179.jpeg
IMG_0289.jpeg
IMG_0361.jpeg
IMG_0711.jpeg
IMG_0368.jpeg
IMG_0192.jpeg
IMG_0156.jpeg
IMG_0525.jpeg
XV BIENAL DE LA HABANA
LA HABANA, CUBA
HORIZONTES COMPARTIDOS
MUSEO NACIONAL DE BELLAS ARTES
LA TRADICIÓN SE ROMPE PERO CUESTA

Curado por Jorge Fernández Torres, Director Museo Nacional Bellas Artes y José Manuel Noceda, fundador original del Centro Wifredo Lam y La Bienal de la Habana.

Noviembre 15, 2024 - Febrero 28, 2025

At the Museo Nacional de Bellas Artes (Cuba) for the XV Bienal de la Habana “LA TRADICIÓN SE ROMPE PERO CUESTA” co-curated by Jorge Fernández Torres, museum director, and José Manuel Noceda, original founder of the Centro Wifredo Lam and the Havana Biennial, is an exhibition devoted to women artists of the Caribbean.

 

Artists in the exhibition: Anaida Hernández, (Puerto Rico); Alida Martínez (Aruba); Barbara Prézeau (Haiti); Jeannette Ehlers (Dinamarca -Trinidad); Joëlle Ferly (Guadalupe); Joscelyn Gardner (Barbados-Canadá); Annalee Davis (Barbados); Elsa María Meléndez (Puerto Rico); Jaime Lee Loy (Trinidad & Tobago); Raquel Paiewonsky (República Dominicana); Tabita Rezaire (Guayana Francesa); Belkis Ayón (Cuba): Lisandra Ramírez (Cuba); María Magdalena Campos (Cuba); Gisela Colón (Puerto Rico); Guy Gabón (Guadalupe); La Vaughn Belle (Islas Vírgenes Norteamericanas).

PROYECTO: GISELA COLÓN: MATERIA PRIMA DEL CARIBE

Marco Conceptual

Dentro del marco conceptual de la XIV Bienal de La Habana, la artista puertorriqueña Gisela Colón (n.1966), propone un proyecto expositivo que destaca elementos culturales que acompañan su práctica artística como artista caribeña de la diáspora. El Caribe se muestra, en esta ocasión, desde la reinterpretación histórica, la investigación y el contexto actual. Cohesionando las mediaciones y prácticas transdisciplinarias en un conjunto de herramientas artísticas que propicien el debate sobre temas relacionados al arte contemporáneo como la migración, la memoria, la sociedad, la comunicación y la descolonización. Como interés subsecuente, se promueve en este sentido, una colaboración entre Cuba y Puerto Rico por su cercanía geográfica, cultural y similitud histórica durante el proceso de colonización.

La obra de Colón se inserta dentro de la creación de mujeres artistas latinoamericanas contemporáneas y ha desarrollado un lenguaje escultórico auténtico dentro del estilo minimalista orgánico. A través de un vocabulario de geometrías antropomórficas, desafía, deconstruye y amplía el canon histórico minimalista. Sus esculturas prístinas activadas por la luz se crean utilizando materiales innovadores del siglo XXI, como acrílicos ópticos y fibra de carbono aeroespacial de alta tecnología. Mediante un minucioso estudio de la forma, la luz y el color y su integración con la naturaleza, la artista transgrede el panorama visual bidimensional con gran fuerza y permanencia. En la búsqueda constante del territorio la obra defiende su propia identidad, explorando lo femenino y feminista desde la posthistoria.

La herencia boricua y latinoamericana de Colón diluye las barreras del estereotipo de artista tropical y abraza la autonomía. La conciencia ecológica es heterogénea y habita en diversos cuerpos. La construcción del imaginario no se pierde en la forma abstracta, sino que transforma el ambiente en un contexto que se expande y se adapta, es flexible, interno y externo. Con materiales elementales de la tierra como la fibra de carbono, tierra, y elementos naturales, sus obras son producidas con conciencia ecológica, transdisciplinariedad y énfasis en la acción a favor del medio ambiente.

 

Materia Prima del Caribe

Gisela Colón (n.1966) es una artista contemporánea puertorriqueña-estadounidense cuyas obras de arte ecofeministas abordan preocupaciones ecológicas y universales. Empleando estrategias decoloniales, Colón reconfigura historias personales y colectivas en un lenguaje universal, transmutando formas de violencia, desplazamiento y muerte en vías de sanación, luz y vida. A partir de sus años de formación en Puerto Rico, Colón fue pionera en el lenguaje de “minimalismo orgánico” teniendo como fuente primaria sus experiencias con la violencia armada, memorias biológicas ancestrales y fuerzas universales de la naturaleza. El proceso de Colón de superponer y apilar materiales del siglo XXI, como acrílicos ópticos, fibra de carbono y materia recolectada de los sitios geográficos de su vida, narra su compleja historia como artista puertorriqueña en la diáspora.

El uso de la abstracción y las geometrías universales contradice una realidad alternativa moldeada por complejas condiciones de la migración. Los monolitos de Colón (formas totémicas altas, independientes) en sus evocaciones de formaciones geológicas terrestres, fenómenos cosmológicos y las geometrías aerodinámicas de las herramientas de vigilancia y guerra, representan una mediación formal de los elementos dispares de su existencia diaspórica. La forma monolítica evoca balas, proyectiles y misiles, por lo que recuerda la tensa historia del colonialismo militarizado en el Caribe en general, y las complicadas experiencias personales del artista con la violencia armada en particular. Sin embargo, para Colón el monolito en su altísima verticalidad también hace eco de los impresionantes picos montañosos de Puerto Rico, del bosque tropical de El Yunque y la Cordillera Central, una fuente duradera de materia prima para su inspiración. En sus manos, la violencia del proyectil queda subsumida en la forma primitiva y enigmática de la montaña en un acto descolonial de curación transformadora.

MATERIA PRIMA DEL CARIBE incluye tres esculturas monolíticas totémicas a gran escala y una escultura mural biomórfica, que exploran colectivamente la identidad, la transformación, la energía, el tiempo y el espacio. A través de una serie de cuatro esculturas con fundamento geológico, Monolito Parabólico Fósforo (Aguas de La Parguera, Bahía Bioluminiscente, Lajas, Puerto Rico), 2023, Monolito Parabólico Hematita (Tierra de Substrato, Arecibo, Puerto Rico), 2024, y Monolito Parabólico Clorofila (Bosque Tropical de El Yunque, Luquillo, Puerto Rico), 2024, e Hiper Elipsoide (Borealis), 2023, Colón amplía su distintivo lenguaje minimalista orgánico, al mismo tiempo que remite a su historia personal y su identidad como artista puertorriqueña de la diáspora. Cada una de las cuatro esculturas toma como punto de partida una ubicación geográfica específica en Puerto Rico de importancia para la historia personal de la artista, utilizando como materia prima, la tierra cruda, elementos científicos, y propiedades naturales provenientes de esos sitios geológicos particulares.

En la década de 1970, el padre de Colón, científico, Doctor en Química y asesor del Departamento de Contaminación Ambiental del gobierno de Puerto Rico, descubrió que los polvos del desierto del Sahara en África llegaban a Puerto Rico, lo que generó en Colón a una edad bien temprana, un profundo aprecio por los ecosistemas interconectados de la Tierra. El desarrollo de la conciencia ecológica temprana de Colón se manifiesta continuamente a lo largo de su práctica como materia prima fundamental.

En Monolito Parabólico Hematita (Tierra de Substrato, Arecibo, Puerto Rico), 2024, el uso que hace de la tierra roja del terreno de su familia en Arecibo conecta momentos formativos de una infancia rodeada de violencia y desplazamiento con una fascinación temprana por el espacio sideral y el cosmos nutrido en el Observatorio de Arecibo, hasta hace poco el telescopio más grande del mundo. Una obra profundamente personal, Monolito Parabólico Hematita (Tierra de Substrato, Arecibo, Puerto Rico), es fundamental a la historia biográfica del artista, oculta dentro de capas calcificadas por las implicaciones más amplias de la historia estratificada de Puerto Rico con el colonialismo. El color ocre distintivo de la tierra roja de Puerto Rico proviene del mineral hematita, un óxido de hierro que se forma con el tiempo y uno de los primeros pigmentos utilizados por el hombre que aparece en antiguos dibujos rupestres de todo el mundo, así como en otros cuerpos planetarios.

En Monolito Parabólico Clorofila (Bosque Tropical de El Yunque, Luquillo, Puerto Rico), 2024, Colón emplea las propiedades verdes del compuesto químico de Clorofila para poner en primer plano la importancia climática de la selva tropical de El Yunque, el bosque tropical más grande del Caribe, como lugar de renovación planetaria. El Yunque, en conjunto con La Amazonia en Brasil y los otros bosques tropicales alrededor del mundo, proporcionan la mayor densidad de especies de plantas y animales de la Tierra, en efecto actuando como los “pulmones del mundo,” proveyendo servicios ecológicos esenciales, estabilizando los patrones de lluvias del mundo y almacenando cantidades masivas de carbono que mitigan el cambio climático.

 

En Monolito Parabólico Fósforo (Aguas de La Parguera, Bahía Bioluminiscente, Lajas, Puerto Rico), 2023, Colón recuerda sus experiencias fenomenológicas al encontrar la luminiscencia radical de dinoflagelados en los ecosistemas marinos bioluminiscentes de Puerto Rico, enfocándonos en la importancia de mantener el balance ecológico a través de los frágiles ecosistemas oceánicos planetarios que sustentan la vida en la tierra.

En Hiper Elipsoide (Borealis), 2023, Colón emplea la luz como materia prima a partir de las manifestaciones específicas de la luz diáfana del Caribe que se experimenta en el lado occidental de la isla de Puerto Rico, donde se puede ver la puesta de sol en el horizonte oceánico. La forma de las esculturas biomórficas de Colón, a semejanza de una estructura biomolecular, representa el origen de la vida y reinterpreta la capacidad múltiple de existir. Es una oda al cambio, a la transformación, la persistencia y la resiliencia.

 

La obra de Colón investiga y amplía la historia de la teoría del color a través del desarrollo de un método para producir una experiencia prismática de luz sin el uso de pintura, logrando lo que ella llama "color estructural". Como vasijas del color estructural, las esculturas de Colón presentan un “espectro de color fluido”, una función de la refracción de la luz sobre las superficies estructurales que se manifiesta en el mundo natural. El uso que hace Colón de formas geométricas asimétricas y “humanizadas” encarna características de la vida orgánica, cambiando y transformando sus cualidades físicas dependiendo de los factores ambientales y la posición del espectador, facilitando una experiencia perceptiva única del color como luz en tiempo real.

A lo largo de MATERIA PRIMA DEL CARIBE, la tierra de Puerto Rico, tanto en forma como en composición, es materia prima que en manos del artista, se convierte en una forma de transformar lo personal en universal. En sus esculturas monolíticas y orgánicas, Colón construye vasijas que imaginan un mundo cósmico expansivo lleno de la energía de la naturaleza, recuerdos ancestrales y una conciencia universal más grande que la de cualquier individuo. Al visualizar esta vasta extensión de espacio y tiempo, las experiencias subjetivas vividas a escala humana son absorbidas en la forma universal e infinita del monolito: una estructura compartida a lo largo del tiempo por formaciones geológicas, estructuras arqueológicas prehistóricas y arquitecturas antiguas. Las enormes estructuras totémicas y las obras celulares biomórficas de Colón encapsulan un momento transformador en el tiempo, donde las complejidades de un cosmos infinito, compuesto de materia y energía cósmica, se arremolinan dentro de sus límites.La artista nos invita a considerar lo que hay debajo de la superficie y lo que se encuentra dentro de la potencialidad infinita del mundo cósmico, cimentado en la tierra cruda y la materia primordial que dio origen a la vida ancestral en la tierra.

bottom of page